Dirección de Juventudes San Juan 2020

Escritura Joven
                Juventud, que palabra tan interesante y la vez tan críptica, encerrando tantos misterios e incertidumbre, siendo un término designativo a aquellos que se encuentran en un intermedio entre la cálida inmadurez y la aparentemente apática realización del mundo adulto.
Mucho se habla sobre la juventud y sobre todo de la contemporánea, la cual es rebajada de forma deleznable por aquellos que en teoría representan un bastión designado a la protección de los pilares en los que descansa el futuro, y es justamente este último, el futuro, lo que cataliza los males dentro de la sociedad actual y sobre todo, de los jóvenes que se preparan para enfrentar un mundo hostil, un país aún más y a ellos mismos, el rival final.
Que contrariedad es centrarse, motivarse, levantarse de la cama cada mañana y aún más realizar el hecho de heredar un mundo diferente y desesperanzador de aquellos que lo dejan a cargo de hombros vírgenes, quienes buscan la comprensión, la paz y la tranquilidad en el par, su único verdadero espacio donde no peca de extraño desconocido, aquel lugar donde puede ser él mismo, encontrarse y hallar su suelo firme, pues este último es la única salvación de los espíritus varados y de una nación que se aferra a sus ya antiguos remanentes con oxidados estandartes, y poder vislumbrar una vez más aquel sol entre las nubes, una esperanza, un llamado a la unidad, un carta a la libertad.
Anteponer el pasado, poder comprenderlo, aprender de él y ser capaces de alcanzar inexplorados horizontes donde aquellas promesas serán participes de un mundo que aún es capaz de batallar la adversidad y anteponerse a lo que resulta infranqueable, de poder erguirse y gritar "NÓ" en la cara de la tormenta que antes parecía inmutable, pero que ahora devela ser simplemente un desafío para superar la mismidad, para juntos caminar al futuro sin miedo, pues hoy, todos somos hijos del mañana.
Un mañana que tiene desafíos, que puede resultar avasallante, pero que al final es solo un camino, y como cualquier camino, se puede hacer solo, o en el apoyo de semejantes, la historia nos mira expectante, y solo basta con mirar de reojo detrás de nuestras espaldas para ver hombres y mujeres que caminaron senderos similares, enfrentaron lo imposible, cayeron, se levantaron y dieron luz a esta república.
Escrito por Pedro Masquijo
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