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Voces Juveniles escribiendo la Democracia Nos sentimos libres en algunos aspectos de la vida cotidiana. Libres de asistir a un determinado lugar, de escuchar una canción que sea de nuestro agrado, de leer un relato que nos inspire, de disfrutar de una buena película. Son simples actos en los cuales podemos sentir un aspecto de la libertad al realizarlos. Los sentimientos que uno experimenta en esas acciones ¿son comparables con la democracia? La democracia implica todo un sistema que representa la mayor expresión de libertad posible en su ámbito. Sobre aquella plataforma descansa nuestro poder político como sociedad. Cada vez que, como sociedad, hacemos uso de ella estamos ejerciendo nuestro poder de cambiar el rumbo político de la sociedad o continuar con el mismo modelo de gobierno. Esa libertad se ve reforzada con un carácter particular que le asignamos al voto, como es la confidencialidad del mismo, llamado “voto secreto”. Nos garantiza tomar una decisión sin ningún tipo de influencia externa, solo con nuestra propia conciencia e ideas. Ese sistema tiene sus defectos en la práctica, existen aspectos sobre las candidaturas y los partidos políticos que no son satisfactorios, pero considero que los defectos los podemos solucionar en cuanto dichas estructuras se encuentren abiertas a mayor participación social y de esta manera aumentemos su espíritu democrático y transparencia. La democracia implica un compromiso por parte de la sociedad y, en cuanto mayor sea nuestro grado de compromiso, mayores serán las recompensas de su aplicación. La formación de la voluntad popular, en donde cada persona tiene su derecho a votar y a ser elegido en igualdad de condiciones, donde fluyen la voluntad propia y las voluntades de otras personas. Se dice que las cosas se valoran más cuando se pierden, es nuestro deber protegerla para que podamos desarrollar nuestras vidas en libertad.
Escrito por
Mauricio de los Rios
¡LA COMPETENCIA YA NO ADMITE VOTOS!