Dirección de Juventudes San Juan 2020

Escritura Joven
                En un escritorio, en la calle, en la oscuridad o en la misma intemperie somos capaces de escribir. Somos pastores guiando a un rebaño de palabras, ovejas de significados hacia un redil de poemas, cuentos o simples frases. Se nos delegó el importante poder de recogerlas, poseerlas, transformarlas.
Descubrimos que desbordamos de imaginación porque nos despertaron los "otros", que tenían el espíritu encadenado, los "otros", que tenían sed de libertad y corría en ellos la amargura de la infame oscuridad en la que fueron arrojados. 
Somos jóvenes dispuestos a no callar más, a decir nunca más. Decididos a dejar el traje del anonimato colgado en el perchero del siglo pasado, a dejar la tortura del silencio para expresar libremente lo que sentimos. Dejar que la tinta fluya por nuestra sangre para no olvidar, poder denunciar y negarnos rotundamente a privar nuestros escritos al mundo. 
¿Por qué ocultarlos? ¿Por qué reprimirlos? ¿Después de tanto esfuerzo?
Como jóvenes descubrimos  la escritura entre un tumulto de vocaciones, decidimos invadir  plataformas, redes o simplemente un cartel en medio de la nada. Intentamos hacerle saber al mundo que existimos y que estamos presentes por ella.
Pensamos que cada día es revolución, que nuestra voz se tiene que escuchar, que cada palabra pronunciada tiene que devorar al que intente silenciarla y que nuestros ánimos no deben ser socavados. 
Pensamos que entre tanto caos hablar de libertad siempre va a ser un acto de rebeldía y que todo el momento de escritura cuesta dolor, llantos, risas pero sobre todo trabajo. 
Escribir para nosotros en esta época es un forma de expresión, desviación y  honrarla cada día, nos demuestra que gracias a ella, juntamos nuestra vida pedazo a pedazo y construimos nuevos mundos.
Escrito por Cándida Lobos
¡LA COMPETENCIA YA NO ADMITE VOTOS!
